Plan de estudio creativo para niñez temprana



La filosofía detrás del currículo que utilizamos es que los niños pequeños aprenden mejor haciendo. Aprender no es solo repetir lo que otro dice; requiere pensar y experimentar activamente para descubrir cómo funcionan las cosas y aprender de primera mano sobre el mundo en que vivimos. 

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En sus primeros años, los niños exploran el mundo a su alrededor mediante el uso de todos sus sentidos (tocar, probar, escuchar, oler y mirar). Al usar materiales reales, como bloques, y al probar sus ideas, los niños aprenden sobre tamaños, formas y colores, y notan relaciones entre las cosas.

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Con el tiempo, aprenden a usar un objeto para representar a otro. Este es el comienzo del pensamiento simbólico. Por ejemplo, podrían fingir que un palo es un avión o un bloque es una hamburguesa. Estos primeros símbolos, el palo y el bloque, tienen una forma similar a los objetos que representan. Gradualmente, los niños se vuelven más y más capaces de usar símbolos abstractos como palabras para describir sus pensamientos y sentimientos. Aprenden a "leer" imágenes que son símbolos de personas, lugares y cosas reales. Este emocionante desarrollo en el pensamiento simbólico tiene lugar durante los años preescolares mientras los niños juegan.

El juego proporciona la base para el aprendizaje académico o "escolar". Es la preparación que necesitan los niños antes de que aprendan símbolos altamente abstractos, como letras (que son símbolos para sonidos) y números (que son símbolos para conceptos numéricos). El juego nos permite alcanzar los objetivos clave de nuestro plan de estudios para la primera infancia. El juego es el trabajo de los niños pequeños.

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